Para leer escuchando un tango de María Volonté
Este tango que suena confunde los brillos de la noche.
Cabalga sacando chispas en la calle de un recuerdo viejo
Y con toda la sensualidad de un beso, de una canción, de un
“no”,
Se para en el marco de mi puerta en esta noche roja de casi
verano.
“Yo
acunaré en un canto tu inmensa ternura buscando en mi cielo
tu imagen de ayer”
tu imagen de ayer”
La voz traspasa el mundo. Y tu ropa colgada de la luna dice
“Gracias al bandoneón de tus besos sigo acá, volando entre
El asombro y la saliva”.
Todo vuela en la noche
Gracias a ese tango que suena. Que se trepa a las paredes
del cuarto.
“Mi
pobre corazón no sabe pensar, y al ver que lo alejan de ti
sólo sabe llorar, sólo sabe gemir”
sólo sabe llorar, sólo sabe gemir”
Gracias a la voz que sale de la radio el violín de mis
ansias
Suena entre tus ojos y yo digo: “quiero”. Con el tango al
hombro
Te llevo en las alas de mis besos. Te saco la blusa, me subo
a tu sueño,
Te siento en mis labios y con las cuerdas de la guitarra te
ato a mi.
“Sufres porque me
aleja la fe de un mañana”
Se derrite la noche con nosotros adentro y suena el acorde
final.
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