martes, 11 de septiembre de 2012

El poeta fue niño alguna vez


El poeta fue niño alguna vez,
y  alguna vez tuvo frío
y sintió hambre.
Entonces
tuvo que matar.
Hizo un verso con filo y se lo clavó
en el medio de la vida a un pobre
tipo que pasaba caminando.
“¿Por qué me matás pibe, sos poeta vos?”

Después fue preso.

Vinieron los ratis de un dolor
confundido y lo agarraron entre
cuatro. Le metieron una paliza
y le robaron algunos de los pájaros
que le volaban en la mirada.

En la cárcel fue mas poeta que nadie.

Escribía con sangre y saliva rota.
A veces alguien le prestaba una
lapicera cargada de niebla dura.
Pasaron los días con asco
y los ojos se le llenaron
de estrellas secas.
Salio de la cárcel y ya no era
tan poeta. Solamente tenía una
espada marchita y un anillo
que no valía demasiadas lunas.

Siguió un poquito la vida.

Todo tranquilo.
Miraba la lluvia,
llevaba el corazón en la mano,
se subía a un bondi y quedaban
las palomas.
Una vez se vio de frente
con el amor. Se miraron unos dias,
pero el amor le disparó con furia
un beso en la aorta y salió corriendo.
Ahí volvió a ser poeta de nuevo

y se volvió loco.

Corrió desnudo por la calle,
hizo una sopa de cielo,
degolló al silencio,
tuvo una orgía de manicomios
en la sangre.
Nadó en un beso,
se hizo arco iris,
vendió sus manos.

Se enamoró con fuerza.
apretó un sol de madrugada
pero nadie lo vio…

Y ahí se volvió olvido.

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